Cada 20 de julio se celebra el Día Mundial del Ajedrez, una fecha que rinde homenaje a uno de los juegos más antiguos y universales del mundo.
La elección de este día conmemora la fundación de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) en 1924, y fue oficialmente reconocido por la UNESCO en 1966 como un símbolo de cultura, inteligencia y paz.
El ajedrez es mucho más que un tablero de 64 casillas. Es una herramienta educativa, social e intelectual que atraviesa culturas, generaciones e idiomas. Jugar al ajedrez desarrolla habilidades cognitivas como la concentración, la lógica, la memoria y la planificación estratégica. Pero también enseña a respetar las reglas, a pensar antes de actuar y a manejar tanto la victoria como la derrota.
Hoy, gracias a la tecnología, el ajedrez es más accesible que nunca. Se juega en escuelas, en clubes, en plataformas online, y también se aprende desde casa con clases virtuales adaptadas a cada nivel y edad. Niños, niñas, jóvenes y adultos encuentran en el ajedrez una manera de crecer, conectar y desafiarse a sí mismos.
En este Día Mundial del Ajedrez, celebramos no solo el juego, sino todo lo que representa: mente, valores, disciplina y pasión. Ya sea desde una de mis clases virtuales, una partida entre amigos o una competencia, el ajedrez sigue demostrando que pensar también puede ser un arte... y un disfrute.